Estimado Señor Almodóvar:
Me dirijo a usted en relación a unas declaraciones suyas que he leído sobre Netflix y el Festival de Cannes y que, mire por dónde, me han enfadado un pelín. Sepa usted que yo no tengo intereses en Netflix ni soy directivo, ni tan siquiera trabajador, de dicha empresa: simplemente soy un usuario de la plataforma y un cinéfilo frustrado.
Y es que parece que, según algunos miembros del jurado del Festival, entre los que se encuentra usted, una película que no pasa por el cine, por la pantalla grande, no merece optar a ningún premio. Debe ser que una película, para ser calificada como tal, debe poder verse en una sala de cine (a este respecto, le dejo la definición de película de Wikipedia, por si tiene quisiera documentarse). Pero lo que más me chirría de sus declaraciones es que mencione usted a las nuevas generaciones y diga que no pueden ya cambiarse los hábitos del espectador. Pues bien, le diré una cosa: hace años yo iba al cine absolutamente todos los fines de semana (y además luego cenaba o salía a tomar algo con amigos, pareja o familia, por si le interesa), pero cierto día cambiaron mis hábitos cuando me triplicaron el precio de la entrada, el precio de las palomitas, el precio de la bebida… Y nadie me preguntó, ¿eh? En serio, de un día para otro… ¡booom! Subidón de narices.
Vale, ya sé que estamos pagando un préstamo por unos equipos digitales avanzados y por eso las entradas cuestan lo que cuestan. También sé que queda poco para terminar de pagar ese préstamo. Pero, y esto no lo sé, me da a mí que ya que estamos, las entradas seguirán costando lo mismo porque ¿para qué bajarlas ahora? Y, bueno, que digo yo que ¿por qué tenemos que pagar los espectadores dicho préstamo? Si yo quiero un coche mejor y más potente porque el mío no me da lo que necesito me lo pago yo, no la gente que va subiendo al coche…
Sinceramente, me enfada y a la vez me hace mucha gracia que Netflix tenga que “respetar las reglas actuales” solo porque sea el caballo ganador. Habría que ver su opinión si Netflix llegara a su puerta y le contratara para hacer una película… O si a usted se le hubiera ocurrido la idea de negocio de Netflix. Aunque, claro, vosotros erais los que queríais combatir el pirateo prohibiendo en lugar de compitiendo. Las reglas están para romperlas y, si es en favor del usuario, mucho más, y me da que en este caso lo es, porque, si no, no se les escucharía a usted o a otros. Lo que ha hecho Netflix es acercarnos la cultura: acercársela a cualquier persona a un precio muy asequible. No es un producto de lujo. Netflix ha combatido la piratería sin oponerse al presente, a internet. Como ya dijo Álex de la Iglesia hace unos años: “Internet no es el futuro, es el presente”.
Respecto al “hipnótico poder de una pantalla grande” que parecemos no entender las nuevas generaciones solo le diré que también han contribuido ustedes a cargarse ese poder mágico de una sala de cine. Últimamente no disfruto las películas que voy a ver porque siempre me encuentro grupos de amigos hablando, riendo a carcajadas sin motivo, dando patadas a los asientos, tirando palomitas, etc. Cada día más. Sí, ustedes han contribuido, porque el incremento del precio de las entradas trajo estas dos cosas: una falta de costumbre de ir al cine y que, debido a lo que se paga, hay gente que acaba creyéndose con el derecho a hacer lo que quiera.
Como reflexión final le animo a que intente adaptarse a los tiempos que corren, porque esto es así y no al revés. Netflix y todo lo que viene detrás no se va a adaptar a sus gustos y a un recuerdo de que lo pasado siempre fue mejor. Ya hay otros modelos de hacer cine, hay cine en salas bajo demanda e incluso cines que adaptan sus precios en función de la película, la climatología o el horario. Los tiempos cambian, Sr. Almodóvar. Deje usted que cambien a bien.
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¡¡Woah, nene!! Vaya zasca más guapo… ¡Clap, clap, clap, clap…! (Aplauso gordo)
Gracias majo! Me alegro que te haya molado 🙂 Si es que hay algunos que mejor calladitos.
Muy de acuerdo en todo salvo en un punto: el precio de las entradas no creo que tenga nada que ver con los maleducados. De esos, los ha habido siempre. Es cuestión de que alguien les llame la atención o directamente un responsable de la sala les expulse.
Hola, sí que es verdad que maleducados a habido siempre, yo simplemente he notado un aumento de situaciones de este tipo en los cines (aunque también en la sociedad en general…) Muchas gracias por comentar!