El año pasado pudimos ver la última obra de Matt Groening, (Des)encanto (de ahora en adelante sólo “Desencanto”, y le dedicamos una reseña porque le vimos potencial, y porque nos gustó, quizá aquella primera temporada nos dejaba fríos al principio pero según cogía ritmo iba mostrando sus cartas y se veía que podía dar mucho más. Como no podía ser de otra manera, en cuanto se ha estrenado la segunda parte (que no temporada) no hemos podido esperar para verla, yo personalmente me la vi en dos días.
Segunda parte
Tras el grandísimo cliffhanger con el que acababa la temporada pasada volvíamos justo después de aquel evento para conocer el desenlace. Bean viajando con su madre en barco para conocer a otros miembros de su familia, Luci encerrado, Elfo… Elfo… seguí en el estado en el que terminó. Y no sólo eso, podemos ver las consecuencias de Utopía con un Zog solitario y abrir nuevas tramas así como conocer nuevos destinos como el propio infierno o un nuevo escenario Steampunk, que recuerda mucho a Futurama.
El ritmo vuelve a ser el mismo, 10 episodios de entre 20 y 30 minutos de duración, avanzando en la historia a cada capítulo, por lo que seguimos ante una historia general y no ante pequeñas historias capitulares, aunque hay capítulos de pequeñas aventuras pero al final todo está relacionado. Eso sí, el humor se hace notar mucho más, al menos en mi caso no paré de reír en muchos momentos, volviendo a ese tono ácido y crítico, sin olvidar el humor friki o absurdo, todo un acierto.
Los personajes siguen siendo lo que eran, quizá Bean se “relaja” un poco y Luci se vuelve más “chungo”, pero la esencia es similar, y el trasfondo de la amistad toma un aire más intenso ocupando la principal trama, sobretodo al principio de esta segunda parte, estrechando lazos y conociendo nuevas motivaciones por parte de cada uno. Los demás secundarios siguen saliendo y conocemos más sobre algunos de ellos, como el Príncipe Derek, con un capítulo casi propio.
Opinión
Aún sigo creyendo que Desencanto puede dar mucho más de sí, y aún le queda, al menos, otra temporada por delante, para ver si llega a convertirse en un fenómeno como Los Simpsons o Futurama, porque potencial tiene, solo tiene que atreverse y ser más valiente con el humor, dejarse llevar aún más por el descaro y enriquecerse con más personajes secundario y más peso de éstos, sobretodos los elfos que siguen siendo lo mejor.
En definitiva, Desencanto en esta segunda parte ha ganado en humor y en trama pero no ha llegado a envalentonarse tanto como debería para explotar, veremos si con la siguiente lo consiguen o seguirá quedándose a medio camino como tantos otros productos de Netflix, que parece que no terminan de dar con la tecla.
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