En Troia, un juego de mesa publicado por GdM, nos tendremos que poner en la piel de los griegos (aqueos) y los troyanos durante la Guerra de Troya. La historia de Odiseo (o también llamado Ulises) y el Caballo de Troya es una de las epopeyas clásicas más conocidas de la historia: la Ilíada escrita por Homero.
En su libro, Homero narra que los aqueos acuden a las puertas de la ciudad de Troya para vengarse del rapto de Helena de Esparta por el príncipe Paris de Troya. Será a las puertas de la ciudad de Troya donde se produzca el desarrollo principal de la Ilíada, y donde se desarrolla Troia.
El juego de mesa
En este juego de mesa para dos jugadores, Troia, cada jugador comandará a uno de los bandos. Nuestro objetivo será mediante un mazo de cartas propio para cada facción, ganarnos el favor de los dioses griegos. Según Homero, los dioses griegos se encargaron de declinar la batalla a un lado y a otro constantemente, según su capricho. También, los dioses griegos ayudaron a los héroes Patroclus, Odiseo, Ajax, Philoctetes, Agamenon y Achiles (o Aquiles), a realizar gestas antológicas. Estos serán los 6 héroes que estarán en juego para ambos jugadores.
El tablero se divide en cinco zonas. La primera que queremos destacar es la zona central o neutral donde se ubican al inicio de la partida, y después de cada conquista, los 6 héroes en juego. Posteriormente nos encontramos con dos zonas de combate, una en el lado griego y otra en el lado troyano. Éstas no son más que antesalas o un paso intermedio entre la zona neutral y la zona de conquista. Por último, llegamos a la más importante de estas, las dos zonas de conquista enemiga una en el lado troyano y otra en el lado griego.
Si un jugador consigue que dos héroes lleguen hasta la zona de conquista enemiga, podrá poner en juego una carta de victoria.
Ganarte el favor de un dios del Panteón griego, sirve para poder avanzar una zona a un héroe que coincida con el color del dios en cuestión cuyo favor te has ganado. Para ganarte su favor, deberás descartarte de tantas cartas como quieras. En las cartas se representan las ofrendas que puedes ofrecer. Cada dios tendrá su propia ofrenda específica y además el número podrá variar entre 1 a 4 ofrendas.
Ganándote el favor de los dioses griegos
Cuando te ganes el favor de un dios, y hayas pagado la ofrenda, éste se pondrá de tu lado, lo que hará que en tu siguiente turno te pida la ofrenda más alta (4 piezas) para poder volver a favorecerte. Aquellos dioses a los que no has ofrendado, rebajarán sus peticiones en número de ofrendas para ser agasajados.
Ganarte el favor de un dios, aparte de permitirte mover al héroe de su color, te otorga un beneficio inmediato que te permitirá hacer algunos combos para agilizar la partida.
En el juego Troia tendrás que intentar avanzar los héroes hacia la zona de conquista enemiga, pero también defenderte de los héroes que tu rival envíe hacia tu zona de conquista, haciéndoles retroceder.
Los héroes
Cada uno de nuestros seis héroes, tiene asignados dos colores, uno por cada lado, de entre los seis posibles, que son: amarillo, azul, gris, verde, morado, naranja. Al colocarse en vertical, cada jugador solo podrá ver los seis colores de su bando, mientras que el otro jugador verá los mismos seis colores, pero en héroes distintos.
Así, mientras que el jugador troyano verá que Patroclus tiene asignado el color morado, el jugador del bando griego verá que para él, ese mismo héroe tiene asignado el color naranja. Esto le introduce al juego una variable interesante para que ambos jugadores no se enroquen siempre en mover al mismo héroe adelante y atrás.
Como decíamos, cuando dos héroes alcanzan una zona de conquista enemiga, el jugador en activo podrá poner en juego una carta de victoria de su mazo, que para cada facción es distinta. Mientras que los griegos tienen que poner en mesa cartas de Héctor o Paris para completar su objetivo, los troyanos tendrán que construir el Caballo de Troya para ganar.
El primer jugador que alcance su meta será el ganador de la partida de Troia. Cuando el jugador ha puesto sobre la mesa una carta de victoria, devuelve los dos héroes que estaban en la zona de conquista a la zona neutral.
Opinión
El juego tiene unas mecánicas muy simples. Durante tu turno solo podrás robar cartas o bien hacer una ofrenda para mover a un héroe, por lo que las acciones son muy limitadas.
La estrategia juega un papel fundamental, ya que, como decíamos anteriormente, los 6 colores de los héroes no son los mismos para ambos jugadores. Así, tendrás que controlar que héroes puede mover tu rival y ponerle “caro” ganarse el favor del dios que necesita.
El juego es todo un “toma y daca” entre ambos jugadores y se hace interesante. Es un juego ligero, ideal para parejas o amigos que no quieran jugar a algo complicado. Su escasez de reglas y baja dificultad lo hace ideal para partidas rápidas de unos 20 minutos.
Una de las cosas que más me ha gustado es que evita el temido “efecto de dominación” que se suele dar en los juegos de 1vs1. El “efecto de dominación” se desarrolla cuando un jugador empieza a ganar y dominar la partida, y para su rival, haga lo que haga, le va a ser imposible remontar. En este sentido, Troia está muy equilibrado y gracias a sus mecánicas esto no pasa. Ambos jugadores tendrán las mismas oportunidades de ganar.
Nuestra valoración: 
