[Dicciofriki] El dinero real y los videojuegos Sin valoraciones aún

Hoy en día es muy fácil encontrar buenos juegos gratis, pero que luego no son gratis, o juegos que no son gratis pero además no son gratis, aunque sigue habiendo alguno que es totalmente gratis, pero depende de si tienen DLCs o suscripciones…

Sí, me gusta enredar las cosas antes de aclararlas… jeje.

Se dice que un juego es ‘free to play’ (gratis para jugar) cuando no has de comprarlo para poder empezar a usarlo. Es decir, cuando descargas o accedes a la versión COMPLETA sin pagar un euro.

Supongamos un RPG (‘Rol Playing Game’, o juego de rol) de detectives que puedes empezar y terminar resolviendo el caso. Lo descargas gratis, te entretienes jugando y te vanaglorias cuando descubres que el asesino NO es el mayordomo, sino el chófer. Listo, no has soltado un euro para poder jugar y completar.

It's free
It’s free!

Pero digamos que ese juego te permite, mediante pago, obtener más pistas, que aparezcan más testigos, que tu personaje sea más perceptivo… Si para pasarte el juego de forma más rápida (o llegar a pasártelo sin morir ante un ‘big boss‘ (uno de esos jefes chungos) cada dos por tres pudiendo comprar mejor armamento e incluso armaduras) necesitas pagar, deja de ser ‘free to play’ para convertirse en un ‘pay to win’.

El típico ejemplo de un ‘pay to win’ (paga para ganar) son los ‘shooters’ (de los de tiros de toda la vida) online. Puedes ganar puntos, dinero o nivel con los que ir adquiriendo o desbloqueando armamento y otras mejoras (armaduras, brújulas, botiquines de curación, o directamente más vida) conforme vas jugando, pero siempre está el listo (y ricachón) que, desde el primer minuto de juego, tiene más armamento que algunos países (incluso que España entera). Eso es porque han comprado, con dinero real, esas mejoras. Directamente es imposible que ganes sin soltar la pasta.

También es un ejemplo de ‘pay to win’ el que, mediante pago, desbloquea nuevos niveles de juego, con mayor experiencia para el jugador, que no pueden ser desbloqueados sin su compra. Y de eso se valen muchísimas empresas que desarrollan videojuegos, te ceban con que no necesitas pagar para jugar, te enganchan porque molan mucho, y de repente ves que hay niveles más chulos todavía que, casualmente, valen una pasta. Y picas, claro que sí picas…

La gran diferencia
La gran diferencia

Pero, atención, no hay que confundir el ‘pay to play’ con el hecho de que la empresa pueda poner una versión demo (limitada para demostración) jugable (que no sea un vídeo, para que experimentes la jugabilidad) de un juego del que no se pueda avanzar para que, si te gusta, puedas adquirir un juego completo mediante pago, ya que, por último están los juegos que directamente son los ‘pay to play’ (pagar para jugar), los que directamente tienes que comprar para poder jugar.

En esta categoría están los videojuegos clásicos que directamente comprabas y te los pasabas en tu ordenador o consola, pero ese modelo se ha prácticamente descartado por parte de los desarrolladores, ya que las ganancias son menores.

Ahora la mejor opción (para la industria) es la suscripción, pagar una cantidad x de dinero al mes para poder jugar online. Algunos desarrolladores premian la fidelidad, otorgando mejoras al transcurrir un periodo de tiempo mínimo (por ejemplo al tercer mes te ganas una metralleta exclusiva).

¡Dame la pasta!
¡Dame la pasta!

En cuanto a las mejoras o contenidos extra con el que puedes mejorar o ampliar el juego, y ya como dato, se suele llamar ‘DLC’, que viene de Downloadable Content (contenido descargable), que puede ser comprado (‘pay to win‘ o por suscripción) o desbloqueable de forma gratuita (de forma muy excepcional hoy en día).

Así que, ya lo sabes, asegúrate de cuánto te va a costar realmente un juego antes de empezar a jugar con una demo.

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