El fin de semana de 14 y 15 de Septiembre los fans de los wargames y el modelismo se dieron cita en la 4ªs Freak Wars. Posiblemente la edición más importante hasta el momento de este evento. ¿Por qué era así y cómo fue?
Para los despistados, las Freak Wars (FW) es un evento “joven” que pretende servir de referencia para todos los amantes del “hobby” y que resumiríamos en pintura, modelismo y juego. Las primeras ediciones se hicieron humildemente en un pabellón deportivo de la localidad madrileña de Rivas, para dar el salto a la capital con gran éxito de publico el año pasado.
El bunker del Pabellón de Cristal
Avalados, y animados, por el éxito del 2018, era hora de pasar a jugar a una liga superior. Con ello el evento se trasladó a pabellón de Cristal de la Casa de Campo. El sitio había acogido años anteriores ediciones de los antiguos Expocómic y Expomanga o la mismísima Japan Weekend. Pero había caído un poco en desuso a favor del IFEMA.
La nueva ubicación resulto encajar para las necesidades de las FW. Un sitio amplio, al que se llega cómodamente en trasporte público o en coche privado y unas instalaciones adecuadas para el evento.
Pero este año los organizadores de las FW no solo se enfrentaban a la gestión de un nuevo sitio. También debían lidiar con la organización del propio evento. Aunque las primeras horas del sábado parecían caóticas con una larga cola en el exterior, producida por la revisión de las numerosas mochilas y maletas llenas de figuras, a lo largo de la mañana la situación paso a estar bajo control aligerando la entrada.
Una vez dentro el Pabellón de Cristal lucia ordenado y los voluntarios ayudaban los participantes a encontrar los distintos torneos y a que la gente no se agolpara en la entrada. El stand de Corvus Belli lucia en la cabecera y en el pudimos probar Defiance, el nuevo Dungeon Crawler que en breve esperamos comentaros.
Este año Las FW incorporaron una ludoteca de las FW. Un área que no es rara en eventos de wargames y que da una alternativa al visitante casual para participar en el evento, más allá de la pura visita. La zona pareció funcionar bien, aunque recomendaría dinamizarlo con algún torneo casual o pasaporte lúdico, que animara a la gente a sacarle partido.
Visitantes
Aunque todos los eventos tienen participantes una de las particularidades de las FW es dos tipos muy marcados de visitantes: jugadores de torneo y los visitantes o curiosos. La experiencia para cada uno de ellos es diferente. Mientras que los jugadores se fijan en desarrollo del torneo o torneos en los que participan, los visitantes vienen atraídos por el resto de actividades y la oferta comercial del evento.
Los Jugadores se encontraron una zona amplia cómoda y delimitada para el desarrollo de los distintos torneos. En contra, el lateral al que fue colocado hizo que perdiera visibilidad y pasara desapercibido para algunos visitantes. Aunque el desarrollo de los torneos tuvo algún que otro incidente, que creo que no se puede achacar a la organización del evento, pero que en siguiente ediciones deberían cuidarse.
Los Visitantes se encontraron un evento muy acorde con lo que se anunciaba: buena cantidad de stands comerciales, demos de juegos, mesas de prototipos y un increíble diorama de un asalto orco. Todo ello invitaba a pasar un buen rato.
Tras la batalla
Las FW se han convertido en un evento de obligada visita si te gusta el hobby, incluso en fechas tan saturadas como son los comienzos de septiembre. Aun con algunos problemas, derivados de la nueva ubicación y de la gestión de un espacio más grande, las FW han salvado con nota esta edición. Solo nos queda esperar a la próxima edición.
Todas las imágenes de esta reseña son propiedad de las Freak Wars
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