[Reseña] Gotham City: Año Uno 5/5 (1)

Tom King es posiblemente el autor actual que más entiende el universo de Batman. Así lo demuestran el éxito cosechado con su paso en las series regulares de Batman o Nightwing o el tomo de Batman/Catwoman.

Su éxito le ha permitido escribir fábulas sobre el Año Uno de Gotham City, el origen de la ciudad del Murciélago en una crónica negra con un sabor muy especial.

Antes de Gotham

Gotham antes de ser Gotham tenía un futuro brillante. Una ciudad próspera, donde el único límite era el propio horizonte. Una ciudad bastión de esperanza del que ahora solo queda el recuerdo.

¿Qué ocurrió para que se convirtiera en la devastada urbe que es hoy?

El detective Slam Bradley ha ocultado un secreto durante mucho tiempo y postrado en la cama es momento de contárselo al propio Batman. Su historia empieza con una visita en su oficina de una chica sin cita previa y la extraña desaparición de la pequeña heredera de la familia Wayne, la princesa de Gotham.

Imagen de Gotham City: Año Uno

Retrocontinuidad

La retrocontinuidad es la alteración de los hechos establecidos en una obra, añadiendo nueva información, modificando o reinterpretando la ya existente. Pero conservando tanto el espíritu, como la historia original en la que se basa.

No hablamos de retrocontinuidad cuando la obra cambia la línea argumental de la colección en el pasado, creando un universo alternativo – por ejemplo, Injustice, Gods Among Us.

La mayoría de las veces es el deseo de contar algo lo que lleva al uso de la retrocontinuidad, se suelen distinguir varias motivaciones para ella:

  • Acomodar aspectos deseados de secuelas u obras derivadas, que de otra manera estarían descartados.
  • Responder a una recepción negativa de historias previas por parte de los fans.
  • Corregir o superar errores o problemas identificados en la obra previa desde que fue publicada.
  • Cambiar o clarificar cómo debería interpretarse la obra previa.
  • Ajustarse a la realidad, cuando supuestos o proyecciones del futuro demuestran estar equivocados posteriormente.

Los principales problemas de la retrocontinuidad es que su uso continuado hace que la historia fluya hacia atrás produciendo una incoherencia narrativa, que solo se puede solucionar, otra vez, en el pasado. Esto no tiene nada que ver para que la obra sea buena o mala, que dependerá únicamente de cómo esté escrita.

Imagen de Gotham City: Año Uno

El Año Uno

Los “Año Uno” son todo un clásico en DC. Ésta mera coletilla al final del título sirve para hacer referencia a los primeros años del personaje. En cierto sentido utilizan la retrocontinuidad para rellenar los orígenes y contar las primeras aventuras del superhéroe, aquellas que terminarían por forjar el carácter del personaje.

Gotham City, en todos los sentidos, es otro personaje dentro del universo de Batman. Ni Metrópolis, ni Central City poseen la personalidad de ésta ciudad. De ella conocemos sus calles, edificios o barrios. Pero aun así había preguntas que no parecían responderse: ¿Cuál es el origen de la corrupción de Gotham? ¿Cómo puede una ciudad así mantenerse a flote? o ¿Por qué Gotham parece estar ligada a la familia Wayne?

Tom King aprovecha este “vacío” para dar comienzo a una serie al más puro estilo noir, donde nos cuenta como el final de la vieja y próspera Gotham da paso a la ciudad que todos conocemos y recupera de paso al duro detective Slam Bradley para la ocasión.

Aunque para muchos Slam Bradley pueda parecerles un nuevo personaje, su origen se remonta a marzo de 1937 en la revista Detective Comics – revista donde apareció Batman por primera vez. Con el ascenso de los cómics de superhéroes y el Cómic Code, Bradley comenzó a caer en el olvido para reaparecer como personaje secundario, pero de cierta importancia en el Catwoman de Ed. Brubaker.

Lo cierto es que podemos decir que Tom King nos la ha colado. Donde esperábamos un cómic de Batman, tenemos una historia con todos sus mitos, pero sin rastro de él. Se agradece que sea así: para los amantes de Batman el juego de identificarlos nos saca una sonrisa de satisfacción por el buen encaje que tienen en la historia; y para el lector más casual las referencias no resultarán abrumadoras

Imagen de Gotham City: Año Uno

 

 

Conclusión

Gotham City: Año Uno ha sido toda una sorpresa. Un cómic donde Batman se siente presente estando más ausente que nunca.

Tom King nos trae una historia noir, casi independiente, que encaja perfectamente con la mitología de Batman, sin la necesidad de alterar nada. Una historia totalmente recomendable tanto para fans de Batman, como para aquellos que sólo quieran leer un buen cómic.

Portada de Gotham City: Año Uno
Portada de Gotham City: Año Uno número 4
kdelamo

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