El estreno de La Rueda del Tiempo en Amazon Prime Video ha iniciado lo que puede ser una saga de proporciones épicas. Analizamos lo que nos ha traído esta primera temporada y quiero agradecer la ayuda de Bruja Coruja, por dar el punto de vista de alguien que conoce los libros.

 

Una serie que se explica por ella misma

Me lo han leído o escuchado otras veces, me gusta que cada formato se explique por sí mismo. Es decir, no me vale, como pasó con Loki, un malo que no entienda si no he leído equis o zeta. Otro ejemplo: la segunda temporada de The Witcher que no sólo no se explica a sí misma si no, además, confunde a aquellos que vengan de los libros. 

La Rueda del Tiempo es un proyecto apabullante para adaptar la obra homónima de Robert Jordan (y, sí, “acabada” por Brandon Sanderson). Nada más y nada menos que catorce libros, quince si contamos el preludio. Tal cantidad de información puede desanimar al más pintado, no en vano ya se habían comprado los derechos varias veces y no llegó a la pantalla. Sin embargo, Amazon Prime Video ha aceptado el guante.

Y, en espera de lo que añada Bruja a este relato, la serie sabe explicar muy bien el mundo. Es verdad que para entrar en la historia no puedes venir de “vacío” y tienes que tener algunos conceptos básicos, al menos, de literatura fantástica. Tampoco mucho ya que la eterna lucha entre el bien y el mal (y sus respectivas “vueltas de la rueda”) las conoces de otras obras. Y, sin saber dónde acaba la historia, hay aspectos que renuevan este concepto.

Refrescar la fantasía

En el primer capítulo ya se rompen algunas de estas “leyes básicas de la fantasía”, como hacia nuestro querido Pratchett. Por ejemplo: no tenemos un único héroe. Para mi esa es parte de la potencia de esta primera temporada, el ver cómo avanza cada uno de los elementos del grupo mientras creen que están haciendo lo correcto. 

El segundo aspecto que me encanta es que, por fin, empiezo a ver mujeres potentes y con peso en la historia. Es algo poco común y quiero ver cómo progresa (sobre todo teniendo en cuenta cómo acaba la temporada). Por desgracia ya he leído comentarios al respecto, cosa que me sorprende (sobre todo porque la serie explica bien el trasfondo). Si que hay un momento dónde me da la sensación que se simplifica la trama:  cuando se presenta a los Hijos de la Luz.

Otros pequeños detalles que me encantan y rompen algunos clásicos: los portales de los magos, la clasificación y las reglas de la magia y la espectacularidad de los lugares. Amo el concepto de La Canción (tanto que pienso usarlo algún día) y del pueblo Tuatha’an. Y destacar también cómo se tratan las relaciones sexuales entre personajes, un tema que se muestra claro, sin exceso de aspavientos y sin centrar todo en un tema genital.

Obviamente la fuerza de todo esto, además de la historia, la dan las geniales interpretaciones, destacando para mi gusto Rosamund Pike y Álvaro Morte. Por desgracia tardamos un poco en que el resto de actores se pongan al nivel, seguramente porque se ha decidido guardar su potencia para más adelante (algo que vemos claramente con Barney Harris y Josha Stradowski hacia el final de temporada).

 

Aspectos criticados por la comunidad

Es algo que nunca he hecho en estas reseñas: intentar analizar algunos de los aspectos criticados. Me da la sensación que La Rueda del Tiempo ha sido atacada en exceso y no puede evitar pensar que, en parte, es por la presencia de personajes fuertes femeninos. Como he dicho antes: eso se explica en la Construcción del Mundo y es algo que es así. Es como criticar a Tolkien por “crear” los hobbits.

Después de eso tenemos la crítica sobre cómo es la adaptación, pero de eso mejor que hable Bruja Coruja.

En cuanto a la adaptación, hay cambios que forman parte de decisiones generales: por ejemplo, todos los personajes pasan de ser adolescentes a ser hombres y mujeres jóvenes, pero no chavales. Esto hace que haya más escenas subidas de tono (los libros, especialmente al inicio, son bastante más conservadores en ese aspecto), y que haya más espacio para introducir trasfondo en los protagonistas de Dos Ríos.

Ese trasfondo distinto es quizá lo que más chirría al lector. Vienes de una historia en la que gran parte de los protagonistas son prácticamente un arquetipo en blanco que luego se va a ir desarrollando (progresivamente y a través de muchas, muchas vicisitudes) hasta crear una personalidad. Aquí en cambio se les aporta un drama de base que da la sensación, teniendo cierta idea de cómo se supone que va a avanzar la cosa, de que no va a llegar demasiado lejos, entonces, ¿para qué? Supongo que para ayudar al espectador nuevo a empatizar, ya me diréis vosotros si lo ha conseguido.

Otro cambio que afecta al worldbuilding completo, y que la verdad era bastante necesario, es la introducción de las sospechas sobre la identidad del Dragón Renacido. La ambigüedad sobre su género y en general el jugar al despiste durante gran parte de la temporada, le quita una parte de cliché a una historia que el propio Jordan reconocía en su día que había iniciado tirando de cuanto cliché fuera preciso para abordar al lector desde un terreno que le resultara familiar. Actualmente, que todo esto más que familiar suena a mascadísimo, se agradece que esto no sea tan obviamente una historia de El Elegido.

Por otro lado, hay cambios que claramente obedecen a una cuestión de ritmo, y que pueden parecer desconcertantes, pero sobre los que es difícil opinar desde este punto de la historia. Y con ello me refiero a la desaparición de personajes cruciales y escenarios enteros (¿Dónde está la familia real de Andor?), y la de otros que tienen un papel secundario recurrente en distintos momentos de la saga (mi querido Bayle Domon y su barco). A la altura en la que estamos es imposible saber si realmente van a desaparecer, unificarse varios entre sí, o simplemente harán su entrada más adelante para iniciar su trama en otras circunstancias.

Pero en conjunto la serie es bastante fiel al espíritu de la historia… hasta el final. No sé si por evitar introducir un exceso de lore (¿qué hace ESE cuerno AHÍ?), se ventilan en medio capítulo situaciones que deberían ser épicas, terribles, ominosas, en fin, sentirse relevantes, respaldar la sensación de los personajes de que se aproxima la Última Batalla… pero se acaban resolviendo sin lo que parece un gran sacrificio, ni circunstancias, apoyos o elementos místicos. Quizá trataban de evitar que pareciese un Deus ex machina… lo cual es curioso en una saga cuyo trasfondo explica y de hecho justifica esas casualidades como parte de un Entramado ineludible.

Al terminar la temporada me quedo con la sensación de que intentan introducir el lore de forma muy paulatina según vaya sirviendo al avance de la historia, y que todo dependerá de cómo sepan desarrollar las cosas, pero lo más probable es que simplemente dejen mucho sin explicar porque el espectador no lector no necesita saber detalles de las diferencias entre el Saidar y el Saidin, o de cómo funciona una Coaligación, o un angreal, y sólo quiere saber más de estos personajes. Lo bueno es que ya se ha visto que no tienen miedo a recortar, y ciertamente hay mucho que se puede recortar sin afectar a la historia principal. Lo malo es que hay muchas, muchísimas cosas que ver todavía, y habrá que ver si con lo que nos han dado consiguen despertar en el gran público el interés suficiente para que lleguemos a ellas.

¿Debe ser literal una adaptación? No pero si seguir el curso general de la historia.

Y. por último. un tema en el que estoy en parte de acuerdo: el ritmo de la ficción. Es un problema endémico de muchas series: te pasas un capitulo simplemente “andando” para, después, meterte en los últimos cinco minutos toda la explicación. Y algo de esto tienen algunos capítulos de esta temporada. El diablo está en los detalles y cuándo te fijas mejor en esos capítulos ves mucha información indirecta, pero no es la mejor manera de dar una revelación.

Conclusiones

Creo que La Rueda del Tiempo ha tenido muchos palos inmerecidos y, me voy a mojar aún más, la considero una de las fantasías más adultas a las que me he enfrentado. Y no, no soy un experto. Pero me recuerda, permitan que vuelva al tema, cuándo en Twitter criticaron a Pratchett por machista. A Pratchett. Por machista. Y parte de las quejas a La Rueda nacen de los mismo.

La serie insinúa más que muestra y, a veces, se pierde en su propio ritmo. Sin embargo te transporta de manera mágica a los lugares y la historia, mostrando justo lo necesario para que entres en la aventura. Una gran manera de empezar la que espero sea una gran serie.

¿Oyes ese ruido? La Rueda ha avanzado, pero… ¿hacía adonde?