Pocas veces un wargame consigue ser tan intenso, evocador y accesible como Saigón 75.
Saigón 75 es un wargame ágil y narrativo que recrea los dos últimos años de la Guerra de Vietnam, desde los Acuerdos de Paz de París (1973) hasta la caída de Saigón (1975). Vietnam del Norte lanza su ofensiva final mientras el Vietnam del Sur intenta sobrevivir sin la ayuda de Estados Unidos.
Para quienes vienen de Lago en Llamas, Saigón 75 se siente como el epílogo perfecto: menos política, más desesperación, pero la misma sensación de fatalidad histórica
Del fuego a la caída: contexto histórico
Si Lago en Llamas retrata la intensidad política y militar de la Guerra de Vietnam entre 1964 y 1972, Saigón 75 comienza justo donde aquel termina. El tablero se abre en enero de 1973, después de los Acuerdos de Paz de París, cuando los estadounidenses se retiran y dejan a Vietnam del Sur librando una guerra que ya no puede ganar.
El Norte, reorganizado y decidido, se prepara para la ofensiva final. El Sur, agotado, corrupto y sin apoyo externo, lucha contra el tiempo y contra sí mismo.
Turno a turno, el juego recrea el derrumbe del Sur con precisión histórica. No hay lugar para la esperanza: el enemigo avanza, los aliados desaparecen y las tropas comienzan a desertar.
Saigón 75 es, en esencia, el último capítulo del drama que Lago en Llamas anticipa: la inexorable caída de Saigón en 1975.

Mecánicas
Si comparamos Saigón 75 con Lago en Llamas, este puede parecer sencillo. Lo cierto es que tiene una profundidad estratégica notable con componentes claros y reglas claras.
El juego se desarrolla en ocho turnos, cada uno representando un mes de conflicto, con tres fases principales:
-
Eventos: cada jugador roba una carta que introduce factores históricos —apoyos extranjeros, ofensivas planificadas, ataques aéreos o deserciones— que pueden cambiar el rumbo del turno.
-
Activaciones: cada bando dispone de un número limitado de acciones para mover y atacar con sus unidades. El Norte suele tener más, reflejando su ímpetu estratégico.
-
Combate: los enfrentamientos se resuelven con dados personalizados, sin tablas ni cálculos extensos. El Norte es más potente en el ataque; el Sur, más defensivo y móvil.
Al final de cada turno el jugador de Vietnam del Sur realiza una tirada de deserción, simbolizando el progresivo colapso del ARVN y la pérdida de moral.
La victoria es inmediata si Saigón cae en manos del Norte. Si el Sur logra resistir hasta el último turno, se considera vencedor, incluso aunque su ejército esté hecho pedazos.
El sistema transmite perfectamente la idea de inevitabilidad: el Norte empuja, el Sur se desangra, y el tiempo corre en contra de ambos.

Estrategia del Norte
El jugador del Norte tiene la iniciativa. Su papel es presionar sin descanso, elegir un eje ofensivo y mantener la cohesión.
- Concentrar fuerzas y no dispersarse.
- Aprovechar cada oportunidad para romper líneas defensivas.
- Mantener el ritmo: los turnos pasan rápido, y la guerra también.
El tiempo es su peor enemigo y la dispersión su error más grave.
Estrategia del Sur
El Sur vive una guerra de desgaste. Cada turno es una prueba de supervivencia moral y militar.
- Defender el núcleo vital: Saigón y el delta del Mekong.
- Contraatacar solo cuando puedas frenar o retrasar una ofensiva crítica.
- Administrar bien los eventos de apoyo aéreo o reorganización.
Su objetivo es aguantar: ganar tiempo, fortificar Saigón y usar los escasos apoyos aéreos con inteligencia.

De Lago en Llamas a Saigón 75: dos capítulos de una misma historia
Lago en Llamas explora la guerra política y la insurgencia desde 1964 hasta 1972; Saigón 75 toma el relevo en 1973 y muestra el colapso militar final. Juntos forman una historia coherente: del conflicto con varios actores a la lucha por la supervivencia.
Aspecto | Lago en Llamas | Saigón 75 |
---|---|---|
Periodo histórico | 1964–1972 | 1973–1975 |
Escala | Estratégica y política | Operacional y táctica |
Jugadores | 1–4 (sistema COIN) | 1–2 (wargame clásico) |
Duración | 4–6 horas | 60–90 minutos |
Tono | Diplomacia y acción bélica | Carrera contra el tiempo. Colapso |
Conclusión
Saigón 75 logra algo poco común: ser históricamente evocador sin ser complicado. Es intenso, humano y breve, ideal tanto para quienes se inician en los wargames como para veteranos que buscan una experiencia condensada pero cargada de significado.
Donde Lago en Llamas muestra el fuego de la guerra total, Saigón 75 nos deja sentir el humo del derrumbe final, lo completa, cerrando su arco narrativo con emoción y claridad.
Una partida a “Lago en Llamas” te muestra como fue la caída de Vietnam. Una partida a “Saigón 75” te hace sentir cómo fue caer.
A nivel más personal, disfruto más jugando Saigón 75 como Vietnam del Sur. Aún sabiendo que todo juega en tu contra —cartas, tablero, dados— la presión de cada turno te da una visión distinta a jugar con el Norte. Mientras Vietnam del Norte solo tiene que presionar donde pueda, Vietnam del Sur debe ir tapando agujeros, jugando a la defensiva y sacrificando unidades estratégicamente. Cada turno en el que sigues vivo se convierte en una pequeña victoria. Por cierto, nunca he conseguido pasar del turno 6 con el Sur.
PD: Queremos agredecer a Piru las imágenes que nos ha pasado para esta reseña, facilitando mucho nuestra labor.
- [Reseña] Saigón 75. El último suspiro del Vietnam - 15/10/2025
- Guía de lectura de El Elfo Oscuro I - 08/10/2025
- Podcast #105: Presentación Fábula Última - 01/10/2025