La Redacción de El Cornetín es un entorno que… que… bueno, no sabría definirlo, podría ser como las leyendas del ave fénix, mitad fábula, mitad leyenda, con algo de ficción y otro poco de realidad.
No todo en la Redacción es jugar a juegos de mesa, convertir las mesas en un campo de batalla y dispararnos con pistolas de pelotas de gomaespuma, compartir un café y algunas cañas, ir a la bolera algún viernes en horas de trabajo o usar una pequeña catapulta para lanzar pelotas de papel sobre un tablón y así elegir de qué vamos a escribir cada uno en las próximas semanas. A veces también trabajamos…
Artículo a dos manos
En la Redacción nos gusta escribir, por supuesto, pero también nos gusta debatir, cuando no discutir, sobre frikadas. Hacernos recomendaciones de series, lecturas y podcasts, pero muy pocas veces estamos de acuerdo en algo. ¡Así somos! Y esta es una de esas raras y pocas veces.
Mientras hablábamos sobre el último Mega-Crossover en las series de televisión de DC, es decir, de “Elseworlds”, nos dimos cuenta que nunca habíamos escrito en El Cornetín sobre estos crossovers, sobre el Arrowverso y las series que lo conforman. Por primera vez en la historia de El Cornetín dos personas nos pusimos de acuerdo para escribir un artículo conjunto. ¡Y éste es el resultado!
Esperamos que lo disfrutes. He aquí la primera parte de este artículo, una amplia introducción, que publicará sus siguientes partes cada semana a partir de la próxima.
¿Qué es el Arrowverso?
Tanto si eres un seguidor de las series como un profano te diremos que en 2012 la cadena The CW lanza un ambicioso proyecto, con Greg Berlanti a la cabeza, el que a la postre ha sido el artífice de todo el Arrowverso. Éste recibe el encargo de adaptar a la pequeña pantalla los cómics de “Flecha Verde”, dándoles un renovado toque moderno y adaptando al personaje a los nuevos tiempos, más alejado de la estética robinhoodiana habitual con la que era representado en las viñetas de papel el arquero verde. Así nacería la serie de televisión “Arrow” con el actor Stephen Amell interpretando al personaje principal Oliver Queen.
La idea original no era para nada crear todo un metauniverso DC en la pequeña pantalla. Se quería explotar los derechos de un superhéroe, Green Arrow, en horas bajas. Su popularidad había caído en picado. Querían adaptar la historia siguiendo los cánones de Smallville. Otra icónica serie de la cadena que triunfó y que recientemente había puesto el broche final a la serie del jovencito Superman. Como dicen los entendidos “los experimentos, mejor con gaseosa”. No sabían si la serie funcionaría, y por si acaso, no quisieron poner en la picota a uno de sus primeros espadas de la Liga de la Justicia, como Batman o Superman (adulto). Se la jugaron con un personaje menor a ver qué pasaba…
… y lo que pasó fue que la serie fue todo un bombazo (¡¡éxito editorial!! como diría nuestro redactor jefe K).
El programa recibió buenas críticas. Fue nominada a premios importantes y se llevó algunos de esos galardones. Un promedio de 3,68 millones de espectadores en su primera temporada (en EEUU) le valió a la cadena para renovarla por una segunda temporada. A España llegó de la mano de la cadena de pago Calle 13 a finales de noviembre de 2012, y así comenzó el fenómeno fan.
Llega el primer spin-off de Arrow: The Flash.
Al año siguiente, Greg Berlanti volvió a hacer otro experimento, pero esta vez ya no era con gaseosa, eligieron a un superhéroe de primer nivel y miembro principal de la Liga de la Justicia como The Flash. Durante la segunda temporada de Arrow introdujeron como recurrente en los capítulos 8 y 9 a Barry Allen (interpretado por Grant Gustin), un joven científico, sin poderes aún, que estaba destinado a convertirse en el Corredor Escarlata.
La locura se desató.
Estaba previsto que el capítulo 2×19 de Arrow fuera el capítulo piloto de la serie The Flash, donde éste obtenía sus poderes y pudiera participar como secundario en Arrow durante un arco argumental ayudando al arquero verde a combatir el crimen. Al final la idea se descartó. Las previsiones de éxito de una serie centrada en Flash fueron tan buenas que decidieron encargar toda una temporada completa para The Flash y así contar desde el principio el origen del personaje. En su lugar, el citado episodio de Arrow estuvo centrado en presentar a los secundarios que participarían en The Flash, los científicos Cisco Ramon y Caitlin Snow que junto con Harrison Wells formarían el “Equipo Flash” en su primera temporada.
Nace el Arrowverso
Así, en agosto de 2014 se lanzó el spin-off de Arrow centrado en Flash. Fue otro éxito editorial. Un público de casi 4 millones de espectadores en Estados Unidos, más nominaciones y hasta cuatro premios se llevó su primera temporada. Tanto Green Arrow como Flash convivirían en el mismo universo, generándose por primera vez el concepto de Arrowverso. Los personajes de ambas series, incluidos los protagonistas, aparecían frecuentemente en la otra serie-hermana y se generaba la credibilidad de que los problemas de uno afectaban al mundo del otro superhéroe. Había nacido el Arrowverso. Un universo muy pequeño, pero un universo compartido al fin y al cabo.
La unión hace la fuerza
Arrow fue la serie matriz. Aquella desde la que nacieron todas las demás, y por eso su importancia es capital para todo lo que vino después.
Y así tenemos a Oliver Queen (Green Arrow) un humano que no tiene ningún poder pero sí una gran habilidad con el arco, grandes dotes de luchador y una gran fuerza. De otro lado tenemos a Barry Allen (Flash), un meta-humano que nació sin poderes pero que tras caerle un rayo, por culpa de un acelerador de partículas y verse rociado de productos químicos, adquirió la súper-velocidad. La explosión del acelerador de partículas dio también lugar a otros meta-humanos, normalmente villanos, quienes usan sus poderes para hacer el mal.
A la velocidad de la luz, o como un flash, llegó el primer crossover.
Para darle más enjundia a la primera temporada de The Flash, parte del elenco de Arrow se “pasaba” frecuentemente por la serie para hacer algún cameo, pero fue en el capítulo 1×08 de su primera temporada cuando tuvo lugar el primer crossover del Arrowverso. El título del capítulo “Flash vs. Arrow” no dejaba lugar a las dudas.
Flash pide ayuda a su colega Green Arrow y al “Equipo Arrow” (los secundarios en la serie que ayudan y apoyan al protagonista) para hacer frente al meta-humano Roy Bivolo que amenaza con arrasar Central City. Sus poderes: controlar la mente de las personas para potenciar su agresividad. Barry Allen cae bajo los influjos de Bivolo y torna su ira contra Oliver Queen. Aunque el pretexto es un poco burdo, esto sirve de contexto para que ambos superhéroes se enfrenten durante todo el capítulo en una lucha sin cuartel, hasta que el “Equipo Flash” logra deshacer el control mental de Bivolo, y detener la locura transitoria de Barry Allen.
Green Arrow + Flash = Tándem perfecto
Al día siguiente, el crossover siguió a la inversa en The CW. En el capítulo 3×08 de Arrow, es Flecha Verde quien necesita la ayuda del Corredor Escarlata para enfrentarse al Capitán Bumerán. Esta vez no hay enfrentamiento entre ellos, sino que forman un tándem perfecto para vencer al villano del capítulo.
Sin embargo, debemos ser justos en la crítica, y aunque se anunció como el primer crossover del Arrowverso, bajo nuestro punto de vista, esto no puede considerarse un crossover al uso. Es un cameo de actores que aparecen en la serie-hermana para darle más interés.
El espíritu de los crossovers
Un crossover, como lo entendemos nosotros, debe tener una historia compartida, una involucración por igual de los personajes en la resolución de una historia o amenaza común. Un peligro que sobrepasa las capacidades de uno o más superhéroes pero que juntos, formando un equipo, son mejores, son capaces de derrotar a un mal mayor.
Al menos eso fue lo que inspiró a DC en la década de los 40 para crear la Liga de la Justicia. Estos eran los primeros cómics-crossover en los que se planteó la idea de lo que debía ser un grupo de superhéroes. Luego su competidora, Marvel, copió la idea creando a otro grupo de superhéroes para dar lugar a otro crossover al uso: Los Vengadores.
Valoración del primer crossover
A nivel argumental, este primer crossover (si compramos sus argumentos) no estuvo a la altura. Fue como ver un capítulo más de la serie. No fue épico. No había heroicidades, grandes giros argumentales, ni una gran conclusión… Fue como una gaseosa sin gas (hay que ver lo que nos gustan las metáforas de gaseosas en la redacción… ). El experimento fue recibido con indiferencia por la crítica.
El número 8 fue el número mágico de capítulo elegido por Greg Berlanti para, desde entonces, ir presentándonos un nuevo Crossover cada temporada. Número que se ha respetado casi siempre, menos en el último Mega-crossover “Elseworlds”.
Hasta aquí la primera entrega. La semana que viene publicaremos otra entrada para hablar en profundidad del resto de series del Arrowverso. Ya saben a la misma bathora por el mismo batcanal.