Desde hace poco conviven en PS4 dos títulos que bien podrían cruzarse en un momento dado y podrían ser hermanos. Uno plantea una despedida. Otro, un nuevo comienzo.
Estoy hablando de Uncharted 4 y de Rise of the Tomb Raider.
La saga de Uncharted comenzó en la 7ª generación de consolas con “El tesoro de Drake”. Aun con exclusividad, tuvo una buena acogida y reconocimiento tanto por crítica, como por el público. Una saga había comenzado. Los siguientes títulos mejoraron tanto en calidad gráfica como en jugabilidad, sin dejar de lado una de las señas de identidad de ND: la historia. Naughty Dog supo hacer las cosas bien y cerró (en todos sus sentidos) la saga por lo más alto con El Desenlace del Ladrón, dando un final digno de las mejores películas al aventurero Nathan Drake.
En el momento en que el primer título de Uncharted fue publicado, Tomb Raider llevaba ya mucho tiempo en el mercado: desde 1996. Lo cierto es que la saga se encontraba estancada y casi para títulos menores para consolas portátiles. Todo parecía indicar que Tomb Raider tocaba a su fin. Pero Cristal Dynamics replanteó a Lara Croft como una joven e inexperta arqueóloga. De pronto, nada tenía que ver con la aventurera con camisa de tirantes, pantalón corto y bandana que estábamos acostumbrados a ver. El primer juego de este “reboot” fue publicado en el 2013 con el nombre de “Tomb Raider”. Obtuvo el éxito necesario para dar el salto a la nueva generación de consolas (la octava) y que Microsoft se interesara por la exclusividad del 2º titulo, Rise of the Tomb Rider como reclamo de jugadores. Esta situación no duró mucho, ya que a mediados de octubre de 2016 se publicaría en PS4.
Con dos juegos/sagas con una misma temática en tan poco tiempo es casi obligatorio ver qué diferencias hay entre ambos. Preguntarse cuál es mejor no tiene sentido: ambos son juegos excepcionales y disfruté mucho de ambos.
Uncharted, es un juego de acción pura, aderezado con alguna plataforma y pequeños puzles. Aun así, su fuerte es, parte de la identidad de los juegos de Naughty Dog, la historia. Cada una de las 4 entregas en la consola Sony son perfectamente llevables a la gran pantalla (ya hay un proyecto para ello, aunque se está encontrando con algún que otro problema) y son capaces de capturar a alguien que haga de público.
Por su parte, la nueva saga de Tomb Raider, se centra más en la exploración de mundo abierto, aunque en la primera entrega este aspecto del juego se convirtió en algo anecdótico. Su fuerte se encuentra en ver la evolución de Lara y la necesidad de ir obteniendo “suministros” con los que sobrevivir al entorno. Destaca el modo supervivencia de la segunda entrega, “The rise of the Tomb Rider”, en la que debemos sobrevivir a un entorno hostil, mientras exploramos el área de juego en busca de tesoros, rodeados de un entorno hostil y enemigos, con la dificultad añadida de estar obligados a obtener alimentos y fuentes de calor.
¿Lara o Drake?
Sin duda, los dos. Pero, si tenéis que elegir, tenéis un problema y os remito a la siguiente imagen para que entendáis mi respuesta: su padre espiritual, Indi.
PD: La imagen de cabecera es un fanart de
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Siempre Indy. Siempre.