Happy Valley es una serie británica de la BBC que comenzó a emitirse en 2014 y tras tres temporadas ha llegado a su fin éste 2023. En total son 18 episodios y aquí se puede ver en Movistar+ aunque ha pasado por varias plataformas como Netflix, RTVE Play… Entre su casting no encontraremos a nadie especialmente famoso fuera de las islas pero en la que destaca enormemente la protagonista Sarah Lancashire.
Hablar de Happy Valley es hablar de una de las grandes series inglesas, y en general, de los últimos tiempos. La acción nos traslada a Yorkshire, a la campiña inglesa donde nos encontramos con Catherine, una sargento de policía experta y trabajadora en extremo, que se dirige un pequeño equipo de agentes encargados del valle. aquí tenemos el “Valley” del título, el “Happy” nos costará mucho encontrarlo ya que de feliz hay poco en ésta serie, ni siquiera la música de cabecera nos evoca un mínimo de felicidad:
Atrapado en una ciudad llena de obstáculos
donde la única cosa bonita es el pensamiento de escapar.
Todo lo que tienes es tu subsidio y apenas si sobrevives.
En esta ciudad conflictiva, se encuentran a los problemas.
En esta ciudad conflictiva, se encuentra a los idiotas.
Comenzamos viendo toda esa decadencia de lo que antaño fuera una zona rica y próspera pero que los tiempos actuales lo reducen todo al paro, al hastío, a las drogas y la delincuencia. El contraste de esos barrios de casas adosadas grises, incluso ennegrecidas nos meten de lleno en el ambiente que vamos a respirar. Allí Catherine desempeña su trabajo, una sargento de policía dura, con mucho carácter, pero consciente de dónde vive y trabaja.
Catherine en cuanto a lo personal no está exenta de drama, tiene dos hijos: su hija murió hace años y su hijo no le habla, está divorciada y vive con su hermana exadicta a las drogas y en rehabilitación, por si fuera poco vive con su nieto de 8 años al que cuida y cría como si fuera su hijo.
Y bueno así es como se desarrolla el clima y como suele pasar en éstas historias de miseria se juntan una serie de malas decisiones y acontecimientos en los que una gente necesitada se cruzan con unos delincuentes algo más profesionales pero que al fin y al cabo siguen siendo unos ineptos. Su plan, secuestrar a la hija de uno de los “ricos” de la ciudad, un empresario que sólo tiene algo más de comodidad que el resto de sus vecinos, un plan sencillo y sin víctimas…
Obviamente hay cosas que salen mal, cosas que se van de madre y… te dejaré que lo compruebes por ti mismo y disfrutes de ésta pedazo de serie.
Happy Valley resultó ser una maravillosa sorpresa cuando comencé a verla, no en sus inicios ya que comencé poco antes del estreno de su segunda temporada. Tiene un ritmo muy realista y unas interpretaciones excepcionales, destacando obviamente a Sarah Lancashire (Catherine). Alejada del ritmo y la acción de las series policíacas estadounidenses, tan estilizadas e impactantes, en las que hay crímenes estrafalarios o asesinos impresionantes, en ésta serie nos encontramos ante crímenes realistas, sucios, que te los crees, quizá los llamaría costumbristas.
Pero es que más allá de los problemas “laborales” de Catherine, la mayoría de la trama gira en torno a su vida personal, que no está exenta de dramas ni de crímenes. Como mencioné, su hija está muerta, pero fue violada y quedó embarazada, pero no podía soportarlo y acabó suicidándose, y ahora es Catherine la que cuida de ese hijo y lucha porque no sea igual que su padre, éste además fue el motivo del divorcio con su marido ya que éste no soportaba vivir con ese niño. El padre nunca fue juzgado por aquella violación sin embargo lleva en la cárcel por tráfico de drogas 8 años, hasta ahora, que está a punto de salir.
Como ves, hay muchos detonantes, tanto laboral como personalmente para que la serie explote por muchos lados, eso sí, con la calma.
Conclusión
Para mi Happy Valley ha sido un viaje espectacular, sus 4 primeros episodios son una auténtica delicia que engancharán hasta al más reacio, luego puede bajar el nivel en algunos episodios pero solo para ir enlazando las tramas. Lo peor fue tener que esperar 9 años para terminarla desde que comenzó pero tiene su razón: no querían hacer “recast” y esperaron a que el nieto de Catherine creciera desde los 8 años con los que comenzó hasta los 16-17 años de la última temporada, cosas de ingleses.
El final ha sido acorde con la serie, impactante pero cotidiano, un broche con el que le doy una nota total de 8 sobre 10 y la recomiendo muy fuertemente.
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