[Review] Las mierdas de Netflix: Atrapado 4/5 (2)

Que si Netflix ya solo saca morralla, que si cualitativamente pierde frente a las otras plataformas, que si ha subido el precio… Es el runrún que más se escucha últimamente y que más allá de ser cierto o no, que yo creo que no, la verdad es que su contenido “alternativo” me engancha sobremanera con sus realities, documentales y competiciones o concursos de lo más inesperado y original. Hoy voy a hacer un batiburrillo de las últimas mierdas con las que Netflix  me ha atrapado, así, sin ton ni son.

Hyperdrive

Imagen promocional de Hyperdrive de Netflix

Hyperdrive es una competición de pilotos de coches ultratuneados. Soy aficionado al motor y a las carreras, así como a las pelis de Fast & Furious y similares, y éste programa es lo más parecido a una mezcla de ambos conceptos. Mogollón de pilotos de distintas partes del mundo compiten por ser el mejor y llevarse un premio. Tras una fase de clasificación se irá avanzando hasta llegar a la final donde las pruebas evolucionan hasta ser de lo más loco.

Hablando de las pruebas, como digo algunas muy locas como pasar entre coches colgados pendulantes o equilibrar un puente con el peso del coche, encontraremos pruebas de drift o derrape, tramos sobre y bajo el agua, pruebas de velocidad o pasar sobre raíles con el chasis del coche. Todo ello en carreras contra el crono donde solo pasan los mejores a las siguientes rondas y los últimos quedan descalificados. Obviamente hay accidentes, coches que llegan al límite y mucha velocidad. Una pasada en la que Netflix no se ha ahorrado ni un dólar.

Formula 1: Drive to survive

Imagen promocional de Formula 1 Drive to survive en Netflix

Siguiendo con el motor nos encontramos con Formula 1: Drive to survive, una serie documental que nos cuenta historias de la temporada 2018 del campeonato mundial de Formula 1. Rodado desde dentro de cada escudería, exceptuando Ferrari y Mercedes, que no quisieron participar y en 2019 ya se subieron al carro de la nueva temporada viendo el éxito de ésta primera temporada.

Es un documental que está rodado “desde dentro”, no escatiman en viajar a cada Gran Premio para estar dentro de cada box así como visitar las base de las escuderías y hablar con los responsables o ir a las casas de los pilotos a charlar con ellos. Lo mejor es el montaje ya que a parte de narrarlo de forma crónica, cada episodio cuenta una historia: la rivalidad entre compañeros, la rivalidad entre escuderías similares, el ascenso de un equipo y la debacle de otro, la “rivalidad” entre los pilotos españoles…

Sin duda se echa de menos a los dos grandes equipos y sus historias pero merece la pena para conocer mucho acerca de las escuderías que apenas tienen atención, las pequeñas y últimas o las motivaciones de los pilotos que no compiten para ganar porque su coche no es el mejor.

Ultimate Beastmaster

Imagen promocional de Ultimate Beastmaster en Netflix

Retomando las competiciones le llega el turno a Ultimate Beastmaster, la competición de atletas “alternativos” de Netflix. Y digo alternativos porque sí, buscan al atleta definitivo, pero principalmente tiene que tener cualidades de escalada y salto. Es una competición por países donde, por rondas, van compitiendo unos contra otros para llegar hasta la gran final y enfrentarse a la bestia. Ya van tres temporadas de esta competición avalada por Silvester Stallone y que tuvo participación española en su segunda temporada.

Los principales competidores practican escalada, parkour o capoeira o deportes similares, con mucha fuerza en brazos y piernas, ya que las pruebas consisten en saltar de plataformas, escalar, avanzar colgado de los brazos… De nuevo, aunque se enfrenten unos contra otros, no lo hacen cara a cara, sino que lo hacen contra el crono, así los mejores tiempos van avanzando rondas y cualquier error supone una penalización. Quizá no es tan espectacular como Hyperdrive pero engancha igualmente por el formato y sus pruebas.

Rhythm & Flow

Imagen promocional del programa Rhythm & Flow de Netflix

El último que me enganchó: Rhythm & Flow, vino recomendado por un amigo conocedor de mis gustos musicales. Me lo vendió tal que así: “Es como un Operación Triunfo pero con ’emcees’ (MCs, rappers)”, y me parece la forma más acertada de describirlo. Una competición para encontrar a la nueva estrella del Rap, con los raperos contrastados como jueces y presentadores: Cardi B, Tip y Chance The Rapper, y las apariciones de estrellas como Snoop Dogg, Dj Khaled, Fat Joe, Royce Da 5’9″…

Como en Operación Triunfo primero se empieza con unas audiciones, la primera de los tres presentadores en Los Ángeles y luego de cada uno de ellos en sus respectivas ciudades aconsejados por grandes estrellas del Hip Hop de dichas ciudades: New York, Atlanta y Chicago. Tras estas audiciones viene lo fuerte, la pura competición. Tras una serie de pruebas como batallas, componer canciones, hacer colabos con estrellas del R’n’B, etc etc… se llegará a una gran final a cuatro donde se decidirá el ganador. Una absoluta pasada de programa para amantes del rap, del hiphop y de la música en general.

Hip-Hop Evolution

Imagen promocional del documental Hip-Hop Evolution

Hilando con la música rap sigo con una de las series documentales que más me flipa: Hip-Hop Evolution. Durante sus tres temporadas (sigue en emisión) acompañaremos al rapero canadiense Shad en su búsqueda de la historia del Hip-Hop, desde sus orígenes en los 70, avanzando en el tiempo por sus temporadas y dirigiéndose a las cunas de los diferentes estilos de rap. La primera temporada fue de HBO Canadá pero las siguientes ya pasaron a ser producción original de Netflix.

New York y Dj Kool Herc o Afrika Bambaata, el nacimiento del rap protesta, la West Coast con NWA o Dr. Dre, las fusiones alternativas con jazz o soul, el South y un largo etcétera. Actualmente hay tres temporadas de cuatro episodios cada una, con aproximadamente una hora de duración. Entre esos episodios hay auténticas joyas para cualquier amante de la música, como pudo ser el nacimiento del Hip Hop, el scratch y el episodio dedicado al sampleo. Una brutalidad de documental que no escatima en entrevistas.

The toys that made us

Imagen promocional de la serie documental The toys that made us

Y de la música con la que crecí a los juguetes con los que crecí, yo y seguramente tú también: The toys that made us. El nombre ya lo dice todo… Se trata de una serie documental que actualmente tiene tres temporadas, seguirán sacando más, de cuatro episodios cada una. En cada episodio se centrarán en la historia de un juguete como: G.I.Joe, Masters del Universo, Barbie, Power Rangers o Tortugas Ninja entre otros.

Básicamente conoceremos la historia en torno a los juguetes y las empresas que los fundaron, mezclado con algo de la cultura de la época y unos montajes geniales, sin ninguna duda son los que elevan la serie para hacerla muy interesante a la par que graciosa y nostálgica. Además, puedes ver sólo los episodios de aquellos juguetes que te interesen, pero el montaje es tan bueno que todos merecen la pena y te sorprenderán. Netflix la volvió a liar.

The movies that made us

Imagen promocional de la serie documental The movies that made us

Ante el éxito de la serie documental anterior cómo no iban a aprovechar y alargar el legado, en esta ocasión para saltar a las películas con las que crecimos: The movies that made us. Esta la tengo pendiente porque la estrenaron en 2019 y no pude ponerme con ella. En su primera temporada repasa pelis míticas como Cazafantasmas, Jungla de cristal, Solo en casa y Dirty Dancing. ¡Toca ponerse con ella!

 

Se me quedan otras series documentales fuera de este artículo pero porque no las considero en este nivel de series que no esperas nada y sorprenden, cabrían en otro artículo porque sin duda Netflix está plagado de ellas, solo hay que saber bucear por su extenso catálogo, cosa que no es nada fácil de aprender.

CHeMiCaL, el Cavernícola
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