Anne 5/5 (2)

Yo no debería estar escribiendo esto. Por eso ni siquiera lo he llamado reseña y no tiene su aspecto. Y no, no es el síndrome del impostor. Que, dicho sea de paso, tendríamos que analizar primero mis “éxitos” para que lo fuera. Es un tema “científico”. Para escribir una reseña correcta, aparte de conocer la serie, tendría que leer los libros y ser mujer.

Y, además, toda la serie se puede resumir en lo siguiente: hazte tu bebida caliente favorita, acurrúcate en el sofá con una manta y mira los primeros 33 minutos de Anne. Si el inglés o los subtítulos no son un problema, ponla en versión original. Nos vemos después.

Otro ejemplo. No debería escribir esto porque asocié Ana de las Tejas Verdes escrita por Lucy Maud Montgomery con Pippi Långstrump de Astrid Lindgren. La culpa de todo son unos recuerdos confusos sobre la serie Pippi Calzaslargas, otro dato para que sitúes mi edad. Si tienes esos recuerdos hay un par de cosas que justifican mi confusión. Tras una búsqueda para refrescar mi memoria salí de mi error, al ver que Pipi no dejaba de ser un cuento, mientras Anne es un análisis sobre una sociedad, un género y un momento histórico.

Moira Walley-Beckett adapta los libros de Lucy Maud para traernos a Anne de una forma espectacular. Como ya has visto, si me hiciste caso, los primeros minutos de la serie ya sabrás el tono y la situación y puedes saltar el párrafo. Si no es así te sitúo: dos hermanos mayores deciden que adoptar a un niño para ayudarles a mantener su granja. Específicamente necesitan un chico fuerte, que pueda llevar las cargas físicas. Recordemos que estamos en 1896, además, y la situación de las mujeres era peor incluso que en la actualidad. Sin embargo, Matthew recoge a una chica y la lleva a la granja. ¿Por qué?

Parte de la potencia de la serie viene de la elección de actores. Trabajo que, he leído, llevo mucho tiempo. Y no me extraña. Es esos primeros minutos es dónde puedes decidir si el tono intimista, rural, pausado y detallista te convence. Y, sobre todo, si te gusta lo que para mí es la mejor elección: Amybeth McNulty. Es un inicio muy complicado ya que el tono de fondo cocha de bruces contra la personalidad de Anne: explosiva, optimista hasta el extremo más lejano, inteligente, soñadora e incluso cargante. Una fina línea que hace que sonrías con una expresión de “esta niña está loca”, algo en lo que te acompaña Mattew.

Mucho se decide en esos treinta minutos, pero no estaría escribiendo si no tuviéramos una continuidad a la altura. Desde ese momento vivimos muchas experiencias desde el punto de vista de Anne y vamos entendiendo de dónde viene ese profundo amor por la vida. Anne vive todo a un nivel altísimo, comprometiendo su alma en las situaciones, aunque sean las más absurdas. Ese estilo de vida sacude con potencia el estilo de vida de Avonlea y hace que todos sus habitantes reaccionen.

Vemos, además, qué referentes femeninos escoge Anne para su vida y ninguno de ellos es una mujer al “estilo de la época”. Aunque muchas reseñas hablan sólo de la profesora para mí también hay que añadir a Josephine y, más adelante, Marilla, su propia madre adoptiva. Quizá es el desarrollo del último referente una de las piedras angulares de la serie.

También vivimos algo muy importante que es cómo Anne crea amistades, femeninas casi todas. Este proceso es imperdible, sobre todo por el carácter de la pelirroja que te hace preguntar si realmente serías capaz de tener a esa amiga. La respuesta es: ojalá. Y luego te ves caracterizado en alguna de sus amigas y sus reacciones.

Obviamente toda la serie es reflejo de una época y, aunque trasgresora en muchos aspectos, hay que tener en cuenta que hay límites que no se pasan. Sin embargo, insinuaciones y hechos concretos hacen que Anne se replantee sus pensamientos de vida, nacidos y mantenidos por unas lecturas muy concretas. Ya saben: el príncipe azul y esas cosas.

No voy a hablar de feminismo. Sólo decir que vi toda la serie con mi mujer y ella me dio suficientes puntos de vista como para debatir durante horas. Así que dejaré ese análisis para vosotras. Pero si voy a decir el amor que la serie sabe comunicar: por las cosas, los paisajes, las personas, la imaginación y la vida. Sin dejar de enfrentar eso a la realidad. Este enfrentamiento, paralelo a la evolución del personaje de Anne que va dejando atrás su niñez para entrar en la edad adulta, es otro de los puntos fundamentales de la serie.

Anne es espectacular, pero es de detalles y momentos. No es para verla con prisas, es para observar cómo crece y se desarrolla, como la propia protagonista. Una serie excelente y, espero, que te haya animado a verla. No soy la persona ideal para hablar sobre ella, pero permite que me ponga yo también mi corona de flores. ¿Te cuento una historia?

Soy una niña con buena estrella. Porque nací un domingo y los niños que nacen en domingo tienen siempre mucha suerte, eso he oído decir.


Por favor, valora el artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tu privacidad es importante para nosotros.

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Miguel Ciordia González (como persona que consta como propietario del dominio).
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a El Cornetín de Gondor que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.